Roldán era bobo e inexperto. Saquear una sociedad como la española no debe hacerse en solitario. Hay que protegerse tras la masa, decenas de personas que esquilman al pueblo felizmente entretenido con triunfalistas discursos gubernamentales.
Quien tenga escrúpulos hará el tonto, y cuando quiera darse cuenta no le quedará ni la calderilla. Y ahora vivimos mejor época para enriquecerse que cuando Carlos Solchaga decía que España era el país donde cualquiera podía hacerse millonario rápidamente.
La gente está adormecida con el talante amable de un presidente que va rompiendo los candados, controles y cauciones sobre los poderes regionales y locales, tras los cuales aparecen patrióticas manos ávidas para vaciar las cajas.
Del “España va bien” aznarista, hemos pasado al “Vivimos en el Paraíso” zapaterista. Tenemos alcaldes, concejales, policías, delegados del Gobierno, inspectores de las haciendas regionales, notarios e incluso jueces que saquean esta Isla del Tesoro.
Nace la Agencia Tributaria Catalana, la primera tras la navarra y la vasca, esta última cargada de inspectores que favorecían a los compañeros nacionalistas y a sus propios intereses.
Traladar a los funcionarios estatales por España trataba de evitar la corrupción secular de los burócratas nacionales. Ahora, se acabarán esos cambios y ningún inspector de Hacienda regional multará a su vecino.
Hasta hay jueces vueltos quinquis tras llevar mucho tiempo en puestos donde hacen amigos que se vuelven socios: Marbella.
Mientras, los políticos más hábiles reptan por los partidos para ser alcaldes, especialmente. Como son sus propios patrones y controlan el dinero público se suben sueldo y comisiones. Hay concejales que ganan más que ministros. Y emplean a familia y amigos. Engordan nóminas que ya habían inflado los anteriores y los anteriores de los anteriores.
Puestos así, ¡a robar todos, e imbécil el último!
En España sucederá una crisis económica (aunque de menor grado) similar a la ocurrida en Argentina años atrás, gracias a nuestra pertenencia a la Unión Europea nuestra caída será mas leve, pero sucederá igual. Un país cargado de corrupción y especulación, españoles le gusta especular y que se corrompe fácilmente, dinero “negro” por doquier, un sistema de pensiones y sanidad pública que son un enorme agujero en las arcas del estado, funcionarios con muy baja tasa de productividad, parados que no lo son tanto, prestaciones por desempleo a zonas donde más inmigrantes van en busca de trabajo y lo acaban encontrando, y hasta instituciones como la militar que chupan dinero de las arcas del estado sin devolverle resultados claros.... en cuanto se termine el boom económico en el que estamos metidos por la especulación inmobiliaria, y que tiene a más de dos tercios del país hipotecados, veremos que va a ser de España. Porque ya no somos más un país de mano de obra barata para Europa.
Publicado por: Gaspar Payá | miércoles, 25 julio 2007 en 04:47