El miércoles 25 de julio la revista científica Nature aparece con un estudio que alarmará a los habitantes del hemisferio norte, a quienes les anuncia una suerte de nuevo Diluvio Universal cuyos síntomas se viven en parte de Europa, y especialmente en Londres, Oxford, Gloucestershire y Worcestershire, en el Reino Unido.
Nature advierte que la llegada de estos tiempos de grandes lluvias es consecuencia del cambio climático conocido como calentamiento global. Y que podrían deberse a la actividad humana, bajo cuya acción la temperatura del hemisferio norte habría crecido un grado centrígrado durante los últimos cuarenta años.
Lo malo de este acontecimiento en 2007 es que las lluvias, aparte de traer acidez que afecta a los vegetales, destruirán numerosas cosechas si comenzara ahora un calor continuo, como temen los agricultores británicos y del norte de España, donde también hubo en julio lluvias poco habituales.
Cosechas destruidas. Pero con o sin sin responsabilidad humana, siempre hay cambios climáticos, y quizás el fenómeno actual sea similar al vivido entre 1640 y 1668, también en el hemisferio Norte, donde las lluvias constantes destruyeron cosechas y provocaron grandes revueltas y convulsiones políticas.
El descubridor de este antecedente fue el historiador británico e hispanista, Geoffry Parker al estudiar las revueltas populares en Cataluña y Portugal de aquellas épocas y descubrir que básicamente se debían al hambre. “Piove: porco governo”.
Vio que durante casi tres décadas el norte del planeta, incluyendo Japón, había vivido levantamientos similares. Lo que tenían en común países tan alejados era un enfriamiento súbito que provocaba inacabables lluvias que impedían siembras y cosechas.
Advertencia para meditar: “Si ocurre algo así nuevamente, no podrá alimentarse todo el planeta y puede morir hasta la tercera parte de la humanidad”, dice Parker.
No hay que preocuparse, ya nos salvara el PSOE a base de desaladoras.
Publicado por: Sanders | jueves, 26 julio 2007 en 04:05