De acuerdo con las denuncias del PSOE, los magistrados de la Sección 16 de la Audiencia de Madrid que condenaron a tres policías por detención ilegal de dos militantes del PP en 2005, y cuya sentencia acaba de revocar el Tribunal Supremo, deberían ser juzgados por prevaricación.
Cuando el PSOE acusa al Partido Popular de manipular la justicia para conseguir la condena de los policías, señala como títeres derechistas a los jueces madrileños, y especialmente su ponente, Andrés Martínez Arrieta: lógicamente, deberían ser inhabilitados.
Al contrario, el PSOE alaba a la Sala Segunda del Supremo que, por tres votos a dos de sus cinco magistrados, consideró que los policías habían cumplido su deber. Entre quienes sentenciaron la inocencia están Juan Saavedra y Enrique Bacigalupo, que para la derecha siempre sirven a los socialistas. Para algunos dirigentes del PP serían ellos los inhabilitables.
Todo comenzó en una manifestación de la AVT, el 22 de enero de 2005, a la que acudió el entonces ministro de Defensa, José Bono con Rosa Díez a su lado. La gente vitoreaba a Díez e insultaba a Bono, quien denunció haber sufrido golpes.
Enseguida detuvieron a dos militantes del PP que aparecían cerca de ellos en unas fotografías. El PP afirmó que la policía actuaba como el KGB y la Gestapo, y la Audiencia dictaminó en 2006 que aquellas detenciones, además de ilegales, se basaban en documentos manipulados para ajustarlos a la imputación de Bono.
Condenados a entre tres y cinco años de prisión, su exoneración definitiva demuestra que izquierda y derecha definen la justicia según les va: la Audiencia, que juzga hechos, es de derechas para el PSOE. La Sala Segunda del Supremo, que juzga derechos, de izquierdas para el PP.
Los ciudadanos, rascándose la boina, desorientados.
Efectivamente, según sople el viento así se mostrarán de respetuosos, críticos y acatarán las sentencias tanto PP y PSOE. Y es que la independencia judicial se ha venido degradando -si es que algún día existió- cada vez más. Cada vez resulta más patente, más por las formas e intentos de disimulo que por el fondo que la instrumentaliacion de este Poder del Estado es un hecho.
Publicado por: Butzer | lunes, 02 julio 2007 en 23:59