Está iniciándose el retroceso del poder estadounidense y emergen imperios a los que nadie les pide justicia ni que respeten los derechos humanos: algún día se añorará Washington como quienes sufrieron la Era Oscura de los bárbaros recordaban el esplendor de Roma.
Tantas noticias como recibimos diariamente nos aturden e impiden ver hacia donde vamos: obsérvese el renacimiento del mafioso imperialismo ruso, con Putin como Pedro el Grande, la aparición de China como un gigantesco tigre sin códigos humanísticos todavía, y la llegada de Persia como poder atómico y loca mentalidad medieval entre sus dirigentes, iluminados islamistas.
Una Europa apática, camino de ser Eurabia, observa acobardada como el eje del poder mundial se traslada al Pacífico, donde Rusia, China, los nuevos tigres, y también el islam, compiten mientras negocian con EE.UU.
Y casi no vemos como ese imperio estadounidense que durante el siglo XX, con todas sus equivocaciones, difundió la libertad y la ciencia que nos duplicó la esperanza de vida, pierde su capacidad democratizadora, incluso militar, aunque mantenga el músculo económico.
Un sistema político benevolente, comparado con otros coetáneos. Que salvó al mundo de nazis y comunistas. Que creó democracias en medio planeta: toda Europa, a partir de Alemania, Japón, Corea del Sur…
Rusia y sus enormes bolsas de combustibles, China y sus producciones baratas y 1.300 millones de seres, e Irán, con su orgullo persa y motor del islamismo, son ya capitalistas, y rivalizan con EE.UU., mientras desprecian sus valores libertarios.
Europa no quiere percatarse, y los nuevos amos emergentes y bárbaros repudian los derechos cada ser humano.
Llegan malos tiempos para las libertades, que irán perdiéndose por miedo a las fanáticas creencias medievales y a esos nuevos imperios: imperceptiblemente estamos renunciando a la Ilustración y al racionalismo.
De esta entrada, me quedo con la advertencia realista sobre la lucha de imperios. Después de un imperio, no llega la "libertad", sino otro imperio. Desde el siglo XVIII existía la idea de que el lugar del Imperio se estaba desplazando de este a oeste (Persia-Grecia-Roma-España-Gran Bretaña), y que el momento estaba maduro para los EE.UU. Si la hegemonía sigue este sentido de las agujas del reloj, y ahora se dirige de nuevo a Asia, lo veremos. Aunque hay muchas razones para temer esta "edad oscura" que se avecina.
Publicado por: Eduardo | sábado, 02 junio 2007 en 14:03