Desconcertado y desolado el PSOE dice que la corrupción ganó las últimas elecciones municipales y autonómicas, como titulaba su portavoz periodístico El País en un editorial del pasado domingo.
El diario había tratado obsesivamente de acusar de putrefacción política con poco éxito a quienes resultaron ganadores en Madrid, Aguirre y Gallardón.
En otras comunidades gobernadas por el PP, como la valenciana, sí pareció encontrar filones de verdadera corrupción. Y sin embargo, la derecha volvió a ganar allí.
Primera lección: El País ha perdido parte de su legendaria influencia, capaz de destruir y construir gobiernos y carreras políticas.
Segunda: por negarse a proporcionarle publicidad, el PP resultó una gran pieza de caza para el diario, pero sobrevivió a bombardeo. Salir sin graves heridas demuestra la pérdida de poder de El País en el mercado político.
Tercera: el editorial acierta al afirmar que muchos corruptos de la derecha ganaron las elecciones a pesar de que los ciudadanos estaban informados de sus actividades.
Tenemos que preguntarnos por qué. Porque nadie vota a quien le estafa, como no sea para evitar desfalcos mayores. El buenismo nacional, el talante pánfilo de moda, no llegan tan lejos como para facilitarle la labor al carterista.
Hipótesis: se teme o se desconfía menos de los corruptos del PP que de los del PSOE. Se considera menos censurable el acto ilícito de un popular que el de un socialista.
Porque la gente ya no confía en la buena fe de la izquierda, que era su gran patrimonio. Antes, se creía en esa buena fe. Y los socialistas obtenían mayorías absolutas.
Ser corrupto y engañar abusando de la credulidad popular desde la izquierda es, para los electores, peor que cualquier corruptela de los derechistas, promotores del mercado y del beneficio.
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LECTURA RECOMENDADA. OPINIÓN DE MIGUEL HIGUERAS
Miguel Higueras, exdirector de Internacional e Información de la Agencia EFE, antiguo corresponsal en diferentes países, y ahora exitoso novelista, ha tenido la cortesía de hacerle llagar a este cronista su análisis sobre ETA y el momento que vivimos:
Si un número indeterminado de vascos no hubiera formado cuadrilla para mutilar a España por cualquier medio, incluido el asesinato, de lo que consideran su pais, el conflicto que nos aflige seguiría latente, aunque su manifestacion sería distinta.
La causa del conflicto es la ambigüedad con que la mayoria de los vascos, violentos o no, calibran su grado de pertenencia a un espacio geográfico conocido por España.
No es una inconguencia que una socciedad que de tan buen grado admite la disolución del vínculo conyugal se empecine en la perennidad del territorial, más metafísico que carnal.
Es, por el contrario, una reacción oportuna contra la benevolencia de que goza el cónyuge que, obstinado en romper el acuerdo, se beneficia de que las cargas sean iguales para las víctimas y el culpable de la ruptura del vínculo.
No es práctico, y me temo que tampoco posible, forzar a un individuo a que siga formando parte de una familia de la que haya dejado de sentirse miembro.
Pero es injusto que "el futuro de los vascos depende y dependerá de ellos mismos en el marco de la ley y de la democracia".
Según eso, todo es posible si lo admite la ley. Háganse leyes, por lo tanto, que permitan el consumo de drogas, que premien el aborto, que permitan abandonar a padres desvalidos o que anden libres por las calles asesinos que se sigan enorgulleciendo de sus crímenes. Si se ha hecho dentro de la ley, es justo. Y si es justo, es bueno.
Las ideologías totalitarias creen tan poco en el individuo que se empeñan en forjar hombres nuevos a golpe de leyes, en vez de arbitrar leyes que el indidividuo, tal como es, necesita.
Si el futuro de los vascos depende y dependerá de ellos mismos--"el marco de la ley y la democracia" es solamente una deletérea trampa saducea--que fabriquen una ley por la que la violación se defina como "hacer el amor" siempre que el fornicio se realice en la postura misionera.
Don Manuel: Hoy ha vuelto a estar usted magnífico con su comentario y con el del Sr. Higueras, del que me propongo leer sus novelas. Me gusran tanto sus recomendaciones que salgo ahora mismo a mi librería a buscar la obra de este señor. Gracias, como siempre, por su ilustración, permítame decirlo.
Publicado por: Anna Castelló | miércoles, 06 junio 2007 en 18:41