Los políticos, diplomáticos y militares estadounidenses que quisieron expandir el racionalismo por el mundo musulmán a partir de Irak han descubierto ya que esa sociedad no se modernizará con invasiones, sino con la influencia de pensadores laicos y materialistas con conocimientos islámicos, capaces de refutarlos e ilustrar a las masas analfabetas y fanatizadas por la religión.
Hace cuatro años que los “neocons” estadounidenses y europeos, mayoritariamente intelectuales procedentes del trotskismo y convertidos al capitalismo, creían que la sociedad iraquí, con un régimen laico socialfascista, clero reprimido y cierta liberalidad con la mujer, estaba maduro para una revolución democratizadora.
Calculaban que, derrocado Sadam Hussein, triunfaría una república moderna dirigida por iraquíes occidentalizados, y facilitaría el contagio a los demás países islámicos, desde Marruecos hasta los confines de Asia.
Era la base de la “Iniciativa para el Gran Oriente Medio” washingtoniana, que razonaba igual que quienes proponían, incluyendo buena parte de la izquierda, invadir España para restablecer la democracia tras la II Guerra Mundial.
George W. Bush, estaba seguro de que podía cambiar el islam con una invasión inicialmente poco cruenta. Para ello consiguió aliados como Aznar, que sumó gratitud por la mediación estadounidense en Perejil y vanidad al creer que él colocaría España en la élite internacional.
El error de los “neocons” fue ideológico, típico del antiguo trotskismo que los formó, al convencerse de que Irak iniciaría una revolución materialista permanente. Y descubren ahora que la modernización del mundo islámico es imposible si no pasa previamente por una Ilustración.
En sus documentos (http://www.estrategy.gov/drilldown.cfm?action=peoms) no advertían que el aterrador régimen de Sadam sólo retrasaba una guerra civil latente y sectaria entre los minoritarios y poderosos sunnitas, como él, y los mayoritarios y oprimidos chiítas.
Trágica equivocación: deberían saber que los componentes pasionales y metafísicos de las sectas religiosas musulmanas mantienen a demasiados creyentes en un medioevo que no es el cristiano ortodoxo que combatió Trotsky.
Muy buen artículo don Manuel.
Este me recuerda al otro que escribió sobre Vietnam.
En Vietnam perdieron la guerra, pero ahora Vietnam es una democracia capitalista.
En Irak ganaron la guerra, pero se mantiene el régimen de Sadam.
Gracias por sus artículos y su visión privilegiada.
Publicado por: Bernardo | miércoles, 21 marzo 2007 en 09:22