Hagamos un silogismo. Primera premisa: todos los fascistas desayunan y cenan. Segunda premisa: los militantes del PP desayunan y cenan. Ergo, los militantes del PP son fascistas.
Es un sofisma, una falsedad, pero así razonan desde Moncloa para convertir en fascistas a quienes le hacen oposición al presidente del Gobierno.
Dicen: Ynestrillas se opone a nuestra política. Usted, también. Luego, si actúa como Ynestrillas, es usted fascista.
No hay salida. Lógica pura, aparentemente. Es el mensaje que lanzan ZP y quienes controlan el actual PSOE. Cala en buena parte de la ciudadanía y la oposición queda acorralada en el terreno del fascismo.
Lo peor para el Partido Popular es que casi no puede desmontar el sofismo porque su origen está vinculado a restos del franquismo. Del franquismo aperturista que facilitó la democracia, de acuerdo. Pero franquismo, al fin.
Sin embargo, nadie vincula a los nacionalistas y a la actual izquierda al fracaso de la República, estimulado por sus maximalismos independentistas, y los fanáticos partidos con dirigentes marxista-leninistas, como llegó a ser una importante facción del PSOE entre 1934 y el final de la guerra civil.
Las frecuentes manifestaciones antigubernamentales han permitido observar que el Partido Popular consiguió librarse de las adherencias de los fascistas que le aparecían habitualmente.
Aunque como el Gobierno razona que toda manifestación en su contra tiene que ser fascista, el eurodiputado socialista Luís Yánez advirtió en “El País” que, aunque no vio símbolos preconstitucionales, perspicazmente descubrió que los manifestantes tenían caras de franquistas.
ZP hablaba de la magia potagia: dijo que había banderas fascistas, pero magistralmente escamoteadas.
Los militantes del PP están cazados. Definitivamente, tendrán que dejar de desayunar y de cenar para no ser como Ynestrillas.
Aunque, como De Juana Chaos en su huelga de hambre, podrán almorzar a escondidas a mediodía: así no serán fascistas, y sí amantes de la paz.
Me quito el sombrero ante usted una vez mas.
Publicado por: Sanders | viernes, 23 marzo 2007 en 00:37