El Partido Popular prohibió los símbolos franquistas en su manifestación del sábado, aunque un periódico mostró la imagen de una bandera con el águila de San Juan para presentarla como arquetipo de aquella masa humana.
Bandera falsa, porque era de otra manifestación. Pero ese es su sino: la derecha española, que demostró ser absolutamente democrática durante los ocho años que gobernó, siempre será acusada de totalitaria.
Veamos a la llamada izquierda, ahora gobernante, parte de cuyos dirigentes ocultan su ascendencia franquista: alejada del dialogante socialismo de la Transición, reaviva los fantasmas del régimen anterior identificándolos con el Partido Popular.
Sin embargo, nadie se escandaliza de que los aliados del actual Gobierno usen enseñas tanto o más tenebrosas que las franquistas: la comunista de la hoz y el martillo, las marxistas-leninistas de los nacionalistas radicales, o las que exhiben imágenes de dictadores como Stalin y Fidel.
El mismo presidente del Gobierno ha desfilado junto a ellas sin pensar en lo que significan en las naciones que todavía sufren las secuelas del comunismo.
Países de donde salieron miembros de las Brigadas Internacionales que combatieron en la guerra civil española, a los que sus gobiernos acusan ahora de haber sido agentes de esa ideología, tan totalitaria como la nazi.
Así, el actual gabinete conservador polaco, que analiza su historia reciente con ahínco aún más revisionista que La Moncloa y su pedúnculo IU, ha declarado “traidores y criminales” a los brigadistas de su nacionalidad que vinieron a España.
Águila de San Juan, hoz y el martillo y similares símbolos dictatoriales deberían, al menos, objetarse con igual energía.
Sin embargo, mientras rechazamos los símbolos franquistas, recuerdo de una dictadura oprobiosa, acogemos amorosamente otros que creemos progresistas, aún sabiendo que provocaron miseria, terror y cien millones de muertos.
OTRAS BANDERAS
Como caso aparte se presenta el uso de la bandera tricolor que recuerda la II República. Cinco años que fueron el único momento desde Carlos III en el que España cambió su enseña rojigualda.
En muchas manifestaciones de la izquierda actual comienza a verse ese emblema rojo, amarilla y morado sin que aparezca ninguno constitucional.
Poco a poco irán mostrándose más banderas republicanas en los actos de la izquierda, incluyendo los del PSOE, donde influyen mucho los sueños de ZP interpretados por IU.
Como el socialismo moderado no tome como suya la bandera bicolor, igual que hace la derecha, el Partido Popular quedará como única fuerza defensora de la Constitución.
Lo que quizás no parezca muy bueno para la socialdemocracia si no quiere declararse definitivamente republicana, aunque sí será positiva para la extrema izquierda, incluido el comunismo, y la extrema lerda que tiene como gallardete a ZP.
Entre mis amigos y conocidos los hay que simpatizan con el PP. Uno de ellos, que acudió a la manifestación de Madrid, me ha relatado que él vio dos banderas con el famoso aguilucho. En todo caso, precisó que fueron enarboladas lejos de la cabecera de la marcha y por personas que eran fácilmente identificables como miembros de organizaciones ajenas al PP. Ignoro si una de esas banderas fue la que apareció en las fotos de prensa que usted comenta, pero mi amigo popular es testigo de que sí hubo banderas preconstitucionales, cosa por otro lado que me parece un tanto absurdo magnificar.
Publicado por: Félix | martes, 13 marzo 2007 en 23:52