La especie humana quizás desaparezca por el cambio climático, pero muchos españoles quieren morir como santos mártires antes al exigir que no se persiga a quienes se preparan para masacrarlos; más aún, piden encarcelar a los policías y políticos que trataron de evitarles sufrir el genocidio.
Está ocurriendo. Observe usted la creciente indignación de ciudadanos que han sabido por El País que cuatro policías españoles interrogaron en 2002, en Guantánamo, a varios talibanes relacionados con España.
La revelación hace aparecer a José María Aznar como responsable de un hecho ilegal, y a la vez tapa las declaraciones de algunos dirigentes socialistas pidiendo la libertad para el terrorista De Juana Chaos y sobre el inicio del juicio del 11M.
Recordemos el 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones volatilizaron a 3.000 personas y destruyeron las Torres Gemelas neoyorkinas.
Bin Laden, el responsable que ya entonces reclamaba la reconquista islamista de al-Ansalus, vivía en Afganistán entre los talibanes, asesinos masivos, especialmente de mujeres.
Con el terrorista podía estar Mustafa Setmarian, sirio-español sospechoso del atentado islamista al restaurante madrileño El Descanso, que mató a 18 españoles en 1986.
Inmediatamente la ONU autorizó a EE.UU. a invadir Afganistán. La rápida operación hizo prisioneros a numerosos talibanes que llevaron a Guantánamo.
En aquél momento, aunque con el tiempo fuera controvertida, parecía una solución aceptable y urgente para investigar las redes de Bin Laden.
Es entonces, casi un año antes de la invasión de Irak, cuando los policías españoles investigaron a los talibanes que podían tener relación con España.
Los ciudadanos conscientes exigen un Estado que los defienda. Pero la reacción que se da ante esta revelación muestra a españoles y a un Gobierno que, en nombre de dudosos derechos humanos en aquel momento, piden sufrir martirio y genocidio.
Será por eso que el portavoz del PNV José Antonio Rubalkaba le dijo al PP vasco eso de que:
«Están ustedes muy cómodos, y es triste tener que decirlo, con que ETA siga existiendo. Aunque les peguen a ustedes, aunque les violenten, aunque les asesinen: parece que están mucho más cómodos con la existencia de ETA que sin la existencia de ETA».
Este ejemplar de nacionalista es el que quiere que no se investigue a los asesinos, si son de ETA porque son vascos, y si son islámicos porque en el fondo los del PNV son también de mentalidad islámica.
Publicado por: Koldo | sábado, 17 febrero 2007 en 12:02