Con su sistema “Echelon” de satélites y escuchas Bush y otros presidentes estadounidenses deciden las guerras y las paces, aunque resulta que los superespías que les sintetizan la información obtenida con esa técnica resultan ser bastante tarugos.
También tenemos tarugos españoles: “Los espías de madera” fue un libro escrito por Fernando J. Muniesa, experto en espionaje internacional que, cargado de humor, descubría numerosas torpezas de nuestros espías patrios.
En 2003, años después de salir ese texto, una de esas impericias, que fue viajar tranquilamente en grupo por una carretera de Irak, facilitó el asesinato de siete agentes del CNI, la CIA española.
El mismo Muniesa acaba de publicar una novela-ensayo sobre el caso, "La venganza de la Mukhabarat" (Anroart Ediciones), cuyas revelaciones posiblemente provocaron la reciente destitución del director operativo de aquel despliegue
La CIA es portentosa con sus espías de madera. Por ejemplo, fue incapaz de detectar los planes de Al Qaeda para atacar las Torres Gemelas de Nueva York.
Y acaba de cometer otro patinazo: hace unos días sus responsables afirmaban que Fidel Castro estaba casi muerto, o muerto.
Llega un médico español, lo ausculta y dice que cada día está más vivo, aunque estuvo en peligro de fallecer el verano pasado.
O miente el médico, que todo puede ser porque los de Franco también anunciaban su milagrosa recuperación horas antes de que muriera, o la CIA está plagada e tarugazos.
Otro caso: hace un mes un espía marroquí, de trabajo reconocido, reveló que la invasión de Irak había sido incitada por Al Qaeda para que EE.UU. se empantanara allí.
No nos engañaron la CIA, Bush, Blair y una treintena de de dirigentes de países aliados, entre ellos Aznar: los engañados resultaron ser esos tarugos, nuestros espías y políticos de madera.
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Nota.- La crónica anterior, elaborada dos días antes de su divulgación en esta página y publicada en distintos diarios el 30 de diciembre, vino a coincidir con el atentado de ETA en el aeropuerto de Madrid, en el que, además de grandes daños, produjo lo que parece la desaparición y muerte de dos personas.
"Espías y políticos de madera", concluía. Entre los días 28 y 30 de diciembre el ministro del Interior y el primer ministro, Rodríguez Zapatero --que auguró un año magnífico sin atentados-- demostraron que tienen espías tarugos, pero que además ellos lo son aún más.
Durante los próximos días se convocarán manifestaciones de protesta contra ETA en las que veremos muy cerca a demócratas de derechas e izquierdas contrarios a la línea apaciguadora y sin vigor de Zapatero, y a la ultraderecha más dura.
Los defensores del primer ministro querrán igualar a ambos grupos para desacreditar a los demócratas, cuando ellos y los radicales de derecha sólo son "Falsos amigos", como se tituló la Crónica Bárbara correspondiente al pasado 8 de junio, y que puede leerse en:
http://cronicasbarbaras.blogs.com/crnicas_brbaras/2006/06/falsos_amigos.html
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DEL DIARIO DE "BASTA YA"
"Una banda terrorista y un gobierno estúpido". Un análisis de Carlos Martínez Gorriarán, uno de los mayores expertos en nacionalismo y terrorismo. De lectura imprescindible. Cree que los servicios de inteligencia españoles sabían que ETA estaba dispuesta a atentar, y que en este caso los tarugos, las cabezas de alcornoque y los insensatos fueron los políticos encabezados por Rodríguez Zapatero. Véase en:
Seguramente todos los espías no son tarugos. Lo que sí puede ocurrir es que, a algunos lúcidos, no los dejen trabajar porque dan información que, al gobierno, no le interesa oir y, menos que se pueda conocer la forma chapucera (que tiene el gobierno) de hacer política.
Me parace que este gobierno es como un amigo mío que en lugar de leer la prensa, general, para estar medio infirmado, lee aquellos medios que dicen lo que él quiere leer. Así le va a mi amigo que no se entera de la misa la mitad ... ...
Publicado por: Un realista | domingo, 31 diciembre 2006 en 02:09