Aprovechando una lucha de décadas para lograr la paridad entre hombres y mujeres, en la que participaron ambos sexos y distintas ideologías, las feministas que se han enquistado como militantes y funcionarias bien pagadas en organismos del Estado han decidido que hay que eliminar “todos los usos sexistas del lenguaje”, pero prescindiendo del sentido común.
No se conforman con duplicar el idioma, con pérdida de tiempo y paciencia para quien oye eso que ya han impuesto de todas y todos, vascas y vascos, compañeras y compañeros, ciudadanas y ciudadanos, cuadros y cuadras sindicales.
Ahora quieren feminizar todas las expresiones, incluso las neutras, que son las aplicables a ambos sexos.
Le exigen a las mujeres que son miembros de la Real Academia que se llamen miembras. Aunque ellas, que deben ser reaccionarias, consideran ridícula la pretensión.
Pero esas feministas tan aguerridas, alentadas por el Instituto de la Mujer (IM), no son bobas. Tienen razón. Feminicemos el lenguaje.
Pero eliminemos también toda expresión sexualmente confusa: lo masculino, masculino, y el género neutro, para los transexuales.
Por ejemplo, esta crónica debe llamarse crónico por estar escrito por un hombre heterosexuol, y su antetítulo seró Crónico Bárbaro. Su autor no es persona humana ni divina, sino que no es persono humano ni divino.
Lo de divino viene porque el IM rechaza que se diga Dios. Dice que debe rezarse a Dios y Diosa (Madre-Padre nuestra-nuestro que estás-estós en los-las cielos-cielas, etcétera-etcétero).
El cronisto es periodisto, vive en uno caso y camino por el callo para hablor con el gento y extraer de ello noticios y hacer crónicos sobre guardios y ciclistos jóvenos.
El-la solución-soluciona para este-esta problema-problemo es que la-el Academia-Academio se someta-someto a la-el paridad de género-génera, como el gobierno y la gobierna de Rodríguez-Rodrígueza Zapatero-Zapatera. Amén-Amena.
Definitivamente, cuando el diablo desea justificar su sueldo, mata moscas con el rabo.
Genial. Absolutamente genial.
Publicado por: Barbacid | miércoles, 06 diciembre 2006 en 02:15