Los talibanes, envalentonados por la división y el egoísmo de algunos de los países que tratan de contenerlos, ya conocen su objetivo militar más fácil en Afganistán: los soldados españoles.
Que fueron colocados en esa situación de fragilidad por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y por su ministro de defensa, José Antonio Alonso, al proclamar que no apoyarán en combate, fuera de su zona actual, a los militares de los países aliados que estén en peligro.
Anuncio hecho en Riga, donde RZ se enfrentó al secretario general de la OTAN cuando le recordó que pertenecer a esa organización obliga a obedecer a un mando único, y no a cada gobierno, y a ayudarse entre distintos países cuando sufren ataques.
Naturalmente, los soldados de veintiséis países presentes allí, incluidos EE.UU., Canadá, Holanda, Alemania y Reino Unido, se auxiliarán en situación de peligro para cualquiera de ellos. Y obedecerán al mando único de la OTAN, aunque algunos europeos no aumentarán sus tropas, en contra de lo que pedía EE.UU. Sin ser todo lo solidarias que debieran, sí cumplirán con sus obligaciones.
Pero si España es insolidaria con la OTAN y la ONU, que legalizó la misión militar, será lógico que la retibuyan con el abandono cuando sufra ofensivas de los locos de Alá, nuestros religiosos amigos de la Alianza de Civilizaciones.
Sin el amparo aliado, los españoles serán el flanco más débil. Una fortaleza horadada por su propio Gobierno. En una guerra en la que se defiende a la humanidad, especialmente a la mujer, frente al terror que trata de de arrasar las democracias y nuestra civilización.
Por eso, este ejecutivo que cree que las tropas no deben combatir porque son oenegés tiene que dejar de engañar a los ciudadanos y ordenar la evacuación de los soldados.
Además, España debería ser expulsada de la OTAN por incumplir sus obligaciones como aliada, tras haberse vuelto insolidaria, cobarde e indigna: un país señalado por su deshonor.
Acabo de descubrir este blog. Estoy deslumbrado por la calidad de sus artículos. Nunca escribo a los lugares que visito, pero esta vez no me queda más remedio que darle mis felicitaciones al autor. Lo seguiré asiduamente.
Publicado por: Barbacid | domingo, 03 diciembre 2006 en 13:19