Ay, Señor, Señor: hace catorce meses que Su Majestad cazaba en Botswana, mal momento, cuando caían dos helicópteros españoles en Afganistán, abatidos o por accidente.
Ahora reaparece el debate sobre su afición cinegética: mucha gente cree, Señor, que mató en Rusia a un oso inofensivo, un animal de compañía, llamado Mitrofán, al que dicen que alguien emborrachó para ponérselo como presa fácil.
Ha habido desmentidos de la Casa Real y de las autoridades rusas que previamente habían anunciado que ese plantígrado inocente y miedoso habría resultado muerto por un certero disparo del Rey de España.
La caza, Señor, está unida a la supervivencia del hombre y a la cúspide de la jerarquía social. El jefe tribal siempre fue el más valiente de los cazadores.
El mundo del arte, desde hace cinco milenios, empezando en China, está repleto de escenas de caza. Varios de sus antepasados aparecen en el Prado retratados como predadores. Destacan Felipe IV de Velázquez y Carlos III, de Goya.
Pero ahora tenemos una nueva sensibilidad que considera injusta la muerte violenta de grandes animales salvajes: son innecesarios como alimentación y vestido.
Están indefensos, siendo parte del hábitat. Y se les masacra. Porque eso es dispararles con un rifle de precisión, con teleobjetivo. Si al menos el deportista se expusiera como los primitivos, pelando con cuchillos o lanzas…
Actualmente, la mayoría de los españoles son monárquicos empíricos, no ideológicos. Lo son porque la monarquía es el sistema de Estado menos malo para la convivencia.
Pero el pueblo no siempre tiene que pensar así, y la caza mayor le resta muchos simpatizantes a este sistema que ya cuenta con poderosos enemigos.
Recuérdelo, Señor: ante la opinión pública un rifle de alta precisión es un arma suicida para la monarquía.
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NOTA DE FUNDACIÓN PARA LA LIBERTAD
TVE estrena “Olvidados” de Iñaki Arteta
El próximo viernes día 3 de noviembre el programa DOCUMENTA 2 de TVE 2 emitirá a las 23:30 el largometraje documental “Olvidados” de Iñaki Arteta.
“Olvidados” (2004) nace de la necesidad del director Iñaki Arteta de dar voz a las víctimas del terrorismo de ETA cuya existencia apenas ha merecido la atención de los cineastas españoles en las últimas décadas.
“Han procurado que las víctimas no tengamos voz” dice Maite Pagazaurtundua al comienzo de la película.
El resultado de las entrevistas realizadas a casi una treintena de familiares de víctimas es una mirada panorámica acerca de las experiencias personales y el pensamiento de un colectivo que hoy genera una gran expectación pero durante muchísimos años, olvido.
Con un estilo claro, directo, sin espacio para la metáfora y sin otra voz que la de los protagonistas, a lo largo de noventa minutos se abordan cuestiones como el olvido, la sensación de incomprensión social, la falta de conmiseración, el perdón, el ansia de justicia, la posible negociación, la esperanza, etc,
El documental, que no pudo ser estrenado en salas comerciales al no encontrar distribución, fue el embrión de lo que después sería “Trece entre mil” (2005) un nuevo acercamiento al universo de las víctimas del terrorismo de ETA en nuestro país, abordado en esa ocasión con unas pretensiones más poéticas que informativas.
Qué acertado comentario. Yo tuve la misma impresión cuando conocí la noticia. Nunca había leído la expresión "monárquico empírico", y si es descubrimiento suyo, enhorabuena. Yo también soy monárquica empírica.
Gracias también por el anuncio de ese documental, que veré sin duda alguna.
Publicado por: Anna Castelló | jueves, 02 noviembre 2006 en 17:09