Que Elena Salgado haya sido rechazada como directora general de la OMS sería poco importante si no fuera que España se enfrentó en la ONU a México y a otros países cercanos con más posibilidades, dándole el cargo a una médico china.
Irrelevancia: a la Cumbre Iberoamericana, la semana pasada en Uruguay, ni siquiera acudieron ocho jefes de estado de poco más de una veintena. A pesar de la presencia del Rey, que atrae más que ningún jefe de Gobierno.
Oportunismo infantil: Rodríguez Zapatero proclamó el cambio climático como peor que el terrorismo, pero el documento final rechazó ese ingenuo discurso adolescente –para atenuar la maldad de ETA--, y condenó a los asesinos como propuso Uribe, presidente colombiano.
Mala cabeza: pedirle al Parlamento Europeo su venia para negociar con ETA. Fue como si Italia hubiera requerido aprobación comunitaria para tratar con la Camorra, alegando que tiene apoyos sociales, dijo Fernando Savater, que antes sostenía a RZ.
Salir trasquilado: RZ iba a devolver España a Europa con la mediación de Francia y Alemania. Resultado: bochornosas regañinas francesas y alemanas por el País Vasco, la inmigración, las declaraciones antiisraelíes y las torpezas con E.On.
Mientras, en numerosos países dudan de que España siga siendo una nación normal: está dividiéndose en mininaciones que dificultan el idioma común, pelean por apropiarse de ríos y nacionalizar folclores, y hacen política exterior como si fueran independientes; donde el terrorismo asusta tanto que el Gobierno actúa sin reflexión ni planificación alguna.
La España que reunió al mundo en Madrid para negociar sobre Oriente Medio en 1991 es ahora el último lugar en el que se encontrarían los litigantes: su gran objetivo es una Alianza de Civilizaciones que los países serios toman a chacota y con mal disimulado desprecio.
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LECTURA RECOMENDADA
De la web de ¡Basta Ya! www.bastaya.org
No dan pausa
Maite Pagazaurtundua
El último libro de Fernando Aramburu, Los Peces de la Amargura, relata el clima moral –o inmoral- más profundo del País Vasco con respecto al terrorismo etarra. En el relato de la pequeña historia de la infamia vasca se queda, inevitablemente, corto. Siempre hay una historia aparentemente inocente que esconde la mezquindad que se ha cultivado con esmerado cuidado durante unos cuarenta años.
Por gente que duerme con la conciencia tranquila. De día circulan con la conciencia tranquila, y si es caso, con la mirada desafiante. Y la lengua acerada. Y el estómago lleno. Nuestra sociedad es rica. El Lehendakari, lógicamente, lo muestra con orgullo en los cuatro puntos cardinales del planeta. En público. En privado. Despreocupadamente. Lo mismo en el Alderdi Eguna, a las señoras con el pelo de peluquería, que en la habitación de hospital en el que yacía herido José Ramón Recalde tras el atentado terrorista que intentó acabar con su vida en el año 2000. Siempre hay una historia aparentemente inocente que nos pone ante el espejo de la carcoma moral.
COVITE había solicitado al Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco ayudas por 9.000 euros para un proyecto de asistencia a juicios en la Audiencia Nacional. El objetivo de la petición era acompañar a los familiares de las víctimas a los juicios contra los terroristas de ETA e impedir que se sintieran solas. Les ha sido denegado y COVITE ha expresado su sensación de desamparo, porque “el mismo Departamento no ha dudado en subvencionar desde hace varios años las visitas de los familiares de los terroristas a las cárceles situadas fuera del País Vasco, o incluso en enviar observadores al macro juicio abierto por el sumario 18/98 y, por el contrario, jamás se ha molestado en acompañar a las víctimas a los juicios en contra de los terroristas”.
La Prensa vasca señala hoy que el Gobierno Vasco subirá un 4% las ayudas para visitas a presos. En 2005 fueron 200.000 euros. También los Ayuntamientos y –creo- las Diputaciones libran este tipo de fondos.
No sé cómo se podría contar esta historia real a mis sobrinos o a mis hijas. Tampoco sé cómo debería contárselas –un suponer- a sus amigas y amigos del colegio sin que sus padres tuvieran motivo de incómoda queja y nos retirasen el saludo. Guardamos silencio con nuestros hijos, los vamos llenando de secretos infamantes.
La sede de COVITE está situada en unos locales del Ayuntamiento de San Sebastián junto a otras asociaciones a las que se les cede un local público. Sin abandonar el sentido del humor suelen comentar que el local más cercano a ellos es el de la Asociación de Cuidados Paliativos, dirigida por una persona excelente, Wilson Astudillo. En una especie de nebulosa queda que, en realidad, el resto de asociaciones habría escurrido el bulto de la cercanía de unos vecinos incómodos como son las víctimas del terrorismo etarra.
Los del corazón de hielo, que en el País Vasco son una especie en expansión, no dan pausa.
Africa comienza una vez mas en los Pirineos, justo ahora que despues de 30 años habiamos conseguido que empezase en Marruecos...
Publicado por: Sanders | lunes, 13 noviembre 2006 en 02:03