Que la mayoría del Parlamento quiera reprobar a Enrique Múgica, el Defensor del Pueblo, cuya historia debería ser ejemplo para todos los diputados, muestra la degradación bolivariana a la que está llegando la vida política española.
Sólo plutócratas como Hugo Chávez o Vladimir Putin, que imponen su voluntad con falsas formas democráticas, perseguirían a quien fue elegido por consenso entre el PP y el PSOE y los tres quintos del Parlamento en el año 2000, y reelegido en 2005 para otro mandato de cinco años.
Este jurista, de 74 años, que sufrió prisión como comunista y como socialista, fue fundamental para la democracia al negociar durante la Transición con todas las fuerzas políticas, económicas y sociales españolas. Fue ministro de justicia y ETA le asesinó un hermano.
Usando su independencia institucional, Múgica ha agraviado a los nacionalistas, al actual oportunismo del PSOE y a Gaspar Llamazares, que es quien ha presentado la recusación, porque impugnó ante el Tribunal Constitucional el Estatuto de Cataluña, que crea una nación catalana y ciudadanos con distintos derechos.
Por ejemplo, ningún catalán puede acudir a él, a pesar de que, según la Constitución, debe defender a todos los españoles, sin excepción. Labor que, además, ejerce con eficacia: el ochenta por ciento de sus gestiones resulta positivo para los reclamantes.
Pero las fuerzas políticas dominantes, socialpopulismo y los nacionalismos regionales, rechazan que un órgano independiente, como el suyo, recurra al Constitucional para que arbitre sobre los derechos ciudadanos.
Sostenida solamente por una economía crecientemente capitalista, y con las izquierdas sin doctrina y desconcertadas, con esta recusación España se hunde políticamente en el despotismo bolivariano.
Que muestra sus naturales tendencias antisemitas y filonazis, como Chávez: Múgica también es Herzog, y los seudoizquierdistas, el recusador Llamazares el primero, no ocultan su odio hacia el origen judío de ese apellido.
Sostenida solamente por una economía crecientemente capitalista, en la que campan(¿?) a sus anchas estas "supuestas" izquierdas (¿?), con esta recusación, España se hunde políticamente en el despotismo bolivariano. (¿?)(DESCONFIADO)
Sostenida solamente por una economía crecientemente capitalista, en la que se encuentran cómodas las izquierdas(¿?), con esta recusación, España se hunde políticamente en el despotismo bolivariano.(¿?)(PERSPICAZ)
Sostenida solamente por una economía crecientemente capitalista, y con las izquierdas sin doctrina y desconcertadas, con esta recusación España se hunde políticamente en el despotismo bolivariano.(¿?)(GALLEGO)
(¿?)(ALEATORIO)
Publicado por: Paramecio | viernes, 20 octubre 2006 en 01:35