Los intelectuales independentistas catalanes dicen haber descubierto una conjura contra su cultura: Cervantes era barcelonés, pero los castellanos, siempre imperialistas, hacen creer que nació en Alcalá de Henares.
Peor aún, aseguran que la confabulación castellana hizo desaparecer una primera edición del Quijote porque estaba escrita en catalán.
Un complot en el que tuvo que participar un traidor gallego, el Conde de Lemos, a quien el escritor le dedicó el Quijote, y cuyos dominios lucenses, cercanos al Bierzo, le dieron el apellido Cervantes.
Los castellanos ya habían hecho igual falsificación con Colón: prefirieron que se le considerara genovés antes que de Barcelona, según los mismos nacionalistas.
Las conjuras castellanas, pues, le han robado a Cataluña glorias como la cervantina y la colombina, lo que explica que numerosos nacionalistas se nieguen a considerar suyos a sus paisanos que escriben en castellano, idioma traidor a su Nación.
Esos patriotas exigen ahora que se rechace la participación de catalanes que escriban en castellano en la próxima feria de libreros de Francfort, la más importante del mundo, y en la que está como invitada especial la literatura catalana.
No quieren que Marsé, Cercas, Ruíz Zafón, Mendoza, Azúa, Espada, los Goytisolo y decenas de otros autores estén allí.
Parecida idea patriótica tienen muchos nacionalistas gallegos: niegan su galleguidad, porque la mayoría de su obra está en castellano, a Cela, Valle-Inclán, Cunqueiro, Camba, Fernández-Flórez, Torrente Ballester y tantos otros que desvelaron el espíritu de Galicia.
El País Vasco es distinto: de allí sólo pueden considerarse escritores de mediana o buena calidad a los que tienen obra en castellano. Pero, desconfiemos: que no exista vasco literario respetable o simplemente reseñable en una antología tiene que deberse también a otra conjura castellana.
¡Pobres castellanos, infelices, que siempre seréis acusados de las necedades y complejos de los demás!
Me encanta tu precisión a la hora de describir los hechos.
Literatura catalana no es lo mismo que cultura catalana. La primera es la escrita en catalan (o valenciano) lo segundo es la cultura que se genera en Cataluña indistintamente de su origen con lo cual no hay lugar a la confusión.
Lo del Quijote es un estudio que parte de una realidad, y es que no se ha conservado ningún volumen de la primera edición del Quijote. Y el estudio pone en evidencia la poca claridad del orígen de Cervantes y el gran conocimiento que tenia de la Cataluña de entonces, y es que el bandolero Perot Rocaguinarda sale como único personaje real,Barcelona como única geografia reconocible, y el Tirant lo Blanc como uno de los libros que se salva del fuego.
El libro puede ser descabellado pero reconstruye fielmente a la familia valenciana Sirvent (de dónde derivaria Cervantes), uno de cuyos miembros respondería a un perfil similar de lo poco que se sabe del autor. Si la vida y obra de Cervantes fuesen claras pues nada que objetar, pero una de las cosas claras del centenario del Quijote es que Cervantes y la primera edición son un misterio. Porque negar hipòtesis factibles?
Y en quanto a Colon pasa un poco lo mismo. Decir que era genovés era imposibilitar que Colón tomara posición de parte de sus descubrimientos. Y si no era genovés, dónde había nacido? Si a esto añadimos que la familia Colom fue muy importante en la Cataluña medieval, y luchó contra el padre (o abuelo) de Fernando, es factible que incluso al mismo Colon le interesara esconder su origen.
Los dos son libros bien documentados y criticables, per o se salen de la senda común de lo aceptado, y proponen nuevos puntos de vista que no merecen ser ignorados.
Pero claro, es más fácil descalificar sin haber leído una sola página de estos libros.
Publicado por: aleppo | domingo, 15 octubre 2006 en 18:14