Casas de chorizo

Muchos españoles que emigraban en la primera mitad del siglo XX a la Argentina creían que aquél país era tan rico que tenía casas de chorizo: desconocían que allí se llama así al embutido, pero también a una clase de bifes y al adobe, la mezcla de paja y barro.
Aunque no tan polisémico como en Argentina, en España el chorizo es el embuchado de cerdo con adobo de pimentones, y el ladrón o sinvergüenza que se aprovecha de los incautos o de la sociedad.
Esta última definición sirve perfectamente para definir el creciente número de pillos que rigen España en casi todas sus administraciones.
Los escándalos de estos días en Madrid, equiparados por el diario “El País”, son el aumento en valor de 2,1 millones de euros en los últimos seis anos de una finca de un tío de Esperanza Aguirre, y la comisión de cuarenta millones de euros gestionada por el alcalde socialista de Cienpozuelos, que ha dimitido, aunque quizás con parte del dinero cobrado.
Detrás de estos dos casos, punta del iceberg, hay muchos más, con miles de millones de euros que se llevan populares, socialistas, comunistas y nacionalistas, porque toda España está en obras, y cada grúa parece estar haciendo millonarios a políticos y concejales que pasan por honrados.
La especulación es tan buen negocio que el líder socialista madrileño, Rafael Simancas, sin otro capital que cobrar desde adolescente un salario como funcionario del Partido, ha ido pasando poco a poco desde un piso alquilado a chalés cada vez mejores hasta ser dueño de uno que compró por unos treinta millones de pesetas y que vale ahora alrededor de 2,1 millones de euros. Qué cifra tan curiosa.
Él no será chorizo, pero su chalet parece está construido con algo superior, los mejores jamones ibéricos, porque si lo vende no será en treinta millones, sino al precio de la especulación, ¿o no?

Comments

[Publicado por: ton]

Curioso. Me entero ahora, nunca es tarde, que cierto tipo de viviendas en Argentina se llaman chorizos. ¿Será lo que aquí llamamos chamizos?
Francamente, no me importa. No obstante, a partir de ahora llamare chamizos a unos cuantos compañeros del partido. Se diría que están hechos de adobo y pajas. No confundamos con adobe y paja.