Cambio de talante

Decía oponerse a todo talante autoritario, pero por conseguir gas y petróleo rusos Rodríguez Zapatero no reaccionó esta semana ante el despótico Vladimir Putin, que lo humilló diciéndole despectivamente que los ayuntamientos españoles eran mafiosos.
Tenía talante solidario, pero deporta a los inmigrantes africanos, y el ministro Moratinos va a mendigarle petróleo al dictador Teodoro Obiang, en Guinea Ecuatorial, prometiéndole neutralizar en España a su oposición democrática, si es preciso expulsándola.
Talante feminista y de igualdad de género, pero por petróleo compadrea proponiéndole la alianza de civilizaciones al régimen de los ayatolás iraníes, que tiene mujeres esperando la lapidación, y homosexuales condenados a muerte.
Talante pacifista, y el ministro de Defensa corteja genuflexo al que llamaban antes criminal de guerra Donald Rumsfeld, estratega de la invasión de Irak, para tratar de venderle aviones fabricados en España.
Y se galantea a la República Popular China, Cuba y a todo tipo de absolutismos abandonando la tradicional demanda de la diplomacia española a esos regímenes de que mejoren las libertades y liberen a los presos políticos.
Este Gobierno parece que empieza a detectar que la política internacional es geopolítica más diplomacia: aprendió que debe ponerse en pie ante la bandera de EE.UU., pero ahora se arrodilla.
Ha tardado mucho ZP en descubrir cómo es el mundo, y corre para adaptarse, tratando inútilmente de que Bush le envíe una sonrisa.
Y ese Bush, jefe de asesinos según la propaganda de su partido, le ha hecho saber que España, mientras esté regida por él, será menos importante estratégica y políticamente que Marruecos; y para muchos países, incluso europeos, tampoco lo es más.
Sí. Realmente, esta España es poca cosa con un Gobierno que le concedió carné democrático en el Parlamento Europeo a la violencia de ETA.

Comments

[Publicado por: Frank]

No se preocupe, el señor Zapatero es especialista en decir donde dije digo digo Diego.

No hace falta que se vaya a la política internacional.

De todas las maneras costará muchos años reconducir la política exterior española, para no parecer unos cantamañanas.

Se dirán muchas cosas de Bush, pero cambiarlo por Chavez, Castro y el de Bolivia ...

El problema es que quién paga estos desmanes son nuestras empresas, con todo lo que eso conlleva, que hasta un lego como yo sabe apreciarlas.