Gentes incivilizadas

Mírelos: masas vociferantes cargadas de ira y de odio, desde Londres hasta la última isla del Pacífico, empuñando coranes y espadas, exigiendo la muerte del Papa, la rendición de los infieles y anunciando que matarán hasta islamizar el mundo. Y los musulmanes moderados, silenciosos.
Demasiados millones de yihadistas. Recuerdan a los etarras Txapote e Iñaki Bilbao anunciándole a un juez que le quitarán la piel a tiras y que le pegarán nueve tiros. Pero ambos terroristas están en prisión.
Y esos millones, en libertad. Muchos viven entre nosotros, como los de los atentados de Madrid y Londres, o entran de mil maneras por nuestras fronteras.
Son gentes que no podemos considerar civilizadas. Están dominadas por una visión totalizadora de su religión, que les imprime carácter, personalidad y la ambición de conquistar el mundo.
No están civilizados porque serlo actualmente exige aceptar cualquier creencia y permitir exponerla libremente si respeta los Derechos Humanos recogidos en la Declaración Universal de la ONU, de 1948.
Un documento que consagra al ser humano como motivo de derechos y deberes, sin interferencias de dioses o de tabúes más o menos pintorescos.
Es el resumen de lo mejor de las democracias anteriores a esa Declaración y la base sobre la que se asienta la Constitución de cualquier nueva democracia.
Pero los yihadistas y sus aliados que enarbolan libros sagrados y espadas rechazan estos Derechos Humanos por su racionalismo. Proclaman los de la Conferencia Islámica, que exige sumisión del hombre a Alá y a la Sharía, ley coránica. Que impide ejercer los derechos y libertades democráticas y rechaza la Razón. Y los musulmanes supuestamente moderados, siguen callados.
Así, no puede haber alianza entre esas gentes y nosotros, y menos, con nuestra civilización. Sólo relaciones de interés mutuo. Y con mucha precaución.

Comments

[Publicado por: Miguel de Mallorca]

Don Manuel pero ¿Hay musulmanes moderados? o es que simplemente están en minoría en su comunidad y no tienen el coraje de salir Corán en mano. Un saludo.