“Paz, vivir en paz, la más grande utopía universal. Con emoción y devoción a Gandhi. Desde España, un país en paz, y por la paz”.
La dedicatoria que dejó Rodríguez Zapatero hace unos días en el mausoleo del Mahatma Gandhi en Delhi descubre a un cándido turista occidental embromado por santones que embolsan buenas rupias con la efigie del líder pacifista.
Utopía significa “lugar que no existe”. Los utópicos, pues, no distinguen entre sus ansias infinitas de paz, y la realidad y la razón. Se creen profetas salvadores, pero llevan a sus seguidores al desastre.
RZ habla de una paz que es falsa, y de una utopía que es el sueño de los iluminados que rechazan el racionalismo: idealismo irreflexivo y de palabras vacuas sobre destinos universales, paz, amor y tó er mundo é gueno.
Los utópicos más notables fueron los terroristas anarquistas del siglo XIX. Se inspiraban en Tomás Moro, que casi cuatro siglos antes creó una Utopía extraída de relatos de Américo Vespucio sobre una sociedad perfecta en un archipiélago brasileño.
Gandhi nunca fue un utópico, aunque RZ se lo crea. Porque Gandhi era un racionalista y materialista que utilizó la resistencia pacífica como arma para conseguir la independencia de la India, no para alcanzar paz alguna.
La sociedad que libero lo asesinó y, además, se volvió sumamente violenta, mucho más que bajo control del Imperio Británico. Y dio a luz a países como la propia India y Pakistán que se amenazan recíprocamente con armas nucleares.
La frase de RZ no lo muestra como un Gandhi, sino como alguien que confunde sueños y realidades, el Imperio Británico con ETA, y a todos los españoles con los indios del Mahatma, por lo que debe creer que él es su reencarnación.
Nota.- Esta crónica se publicó por primera vez 24 horas antes de los atentados de Bombay
¿No fue Gandhi quien dijo que el Islam habia civilizado a Marruecos y España?
Publicado por: Filomeno | miércoles, 12 julio 2006 en 09:33