El nuevo lenguaje de internet mantiene algunas expresiones del viejo periodismo, como la dedicada a los informadores que recortan textos de otros, los pegan y los firman: son periodistas de corta y pega.
Como el profesor y periodista, Ignacio Ramonet en un libro que dice condensar cien horas de entrevistas con Fidel Castro, pero que contiene numerosas páginas copiadas textualmente de los discursos del dictador.
Ramonet es un escritor especializado en darle brillo a tiranos y líderes populistas latinoamericanos, que, en pago por sus servicios, lo han convertido en un próspero empresario.
De origen gallego, brillante y astuto, es uno de los pocos vestigios del mayo parisino de 1968 que, además de no pasarse a los neoconservadores, supo que era mejor negocio radicalizar el gochismo disfrazando el marxismo de populismo latino e indigenista: la cuadratura del círculo.
Como presidente y director del mensual Le Monde Diplomatique (LMD), levantó la publicación, que se hundía, halagando a todos quienes van contra Washington y favorecen el peronismo disfrazado de indio que él ensalza.
Es raro no encontrar en todos los organismos cubanos, venezolanos o argentinos, y desde hace poco bolivianos, por ejemplo, las distintas ediciones de LMD generosamente abonadas como subscripciones por los satisfechos dirigentes a los que se alaba en sus páginas.
Lo mismo ocurre con sus libros: Fidel Castro admite que ordenó multiplicar la tirada de un Ramonet para que lo leyeran muchos cubanos: el casi paisano galaico aparecía, naturalmente, como un Hércules.
Pero numerosos participantes en el blog de Arcadi Espada (www.arcadi.espasa.com) han descubierto que su último libro sobre Fidel, que iba a ser la biografía definitiva, contiene esos constantes corta y pega extraídos de los discursos del dictador.
Lógico: nadie mejor que el propio Fidel para escribir su hagiografía, su testamento y también, cuando sea menester, su esquela.
Magnífico análisis. Pero debe completarse con lo que escribió el profesor Elorza en el Babelia de El País.
Literalmente destrutye a Ramonet y le llama vendido. Igual echan a Elorza del periódico por poner a parir a uno de los suyos como hicieron con Echevarría cuando puso a caldo a Bernardo Atxaga, otro de los ce la cuadra.
Publicado por: Juan Anselmo Scotch | domingo, 30 abril 2006 en 01:38