Mahmud Ahmadinejad, el fanático primer ministro de Irán, es más directo que Adolf Hitler en el Mein Kampf anunciando su deseo de exterminar a los judíos: ha decidido que Israel debe ser destruido y que él será el instrumento de Alá para lograrlo.
Uniendo la esperanza de los persas que desean recuperar un pasado glorioso con la mitología de la secta chiíta, creadora de la leyenda del Mesías islámico desaparecido, el líder iraní anunció que tuvo visiones según las cuales ese decimosegundo imán, El Mahdi, reaparecerá durante su mandato para obligar al mundo a entregarse al islam.
Con esas revelaciones Ahmadinejad puede ser peor que Hitler: su poder no es de este mundo, sino que viene directamente de Alá, como le ocurrió a Mahoma al crear el islam. Mahoma fundó una religión y Mahmud Ahmadi-Nejad quiere dotarla de misioneras bombas atómicas.
Tras destruir Israel, su destino es ayudar a El Mahdi a conquistar el planeta, voluntad que debe preocupar especialmente a los españoles: el primer ministro chiíta coincide con el terrorista sunnita Bin Laden en que tienen que recuperar lo antes posible Al Andalus para el islam.
En esta situación, y con Mahmud Ahmadinejad negándose a acatar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para que abandone la carrera nuclear, el sentido común indica que alguien debería destruir las factorías donde prepara las futuras armas atómicas.
Pero esa lógica choca con una opinión pública occidental adormecida y escarmentada con el fiasco de las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein que nunca aparecieron en Irak. Y asustada con los comandos suicidas iraníes.
Se gritó tantas veces, como el pastor, “que viene el lobo”, que cuando llega de verdad ya nadie hace caso. Y el lobo, ahora, está aquí.
Nada, tranquilos. No hay que preocuparse. Lo que pasa es que a Ahmadinejad no le han explicado bien lo de la Alianza de Civilizaciones de nuestro insigne presidente y lider. En cuanto se lo expliquen y se lo aclaren bien aclarado, todo resuelto.
Vamos, yo estoy super tranquilo y para nada me preocupa el tema de Irán y las consecuencias que ya está teniendo. Además, soy sumamente feliz porque lo que realmente me preocupaba ya tiene solución : mi tierra, Andalucía, es una Realidad Nacional.
Ea!
Publicado por: Alejandro | miércoles, 19 abril 2006 en 10:11