Imaginemos a un ministro del Interior que protege a los narcotraficantes porque le dan participación en sus beneficios: habrá contraído el SIDA político, enfermedad moral contagiosa que lo debilitará y que le acarreará numerosas dolencias oportunistas.
Al apoyar el presupuesto del Gobierno vasco que favorece a los terroristas etarras y proponerse perseguir políticamente en Cataluña y toda España a los medios informativos, como Franco, el socialismo vasco, el catalán y el Gobierno central padecen el SIDA político.
Una expresión, SIDA político, creada por el politólogo y comunicador Fernando Muniesa, según el cual se contrae cuando se abandonan la honra, los principios éticos e ideológicos, y se comete cualquier inmoralidad con tal de alcanzar o mantener el poder.
El PSOE se contagió el SIDA cuando el PSC-PSOE pactó con los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya, que había negociado con ETA que no atacara en su región a cambio de multiplicar las actitudes secesionistas, su expansionismo geográfico y su xenofobia frente a otros españoles por su origen y cultura: así convertían a Cataluña en banco de ensayo para la prevista Euskal Herría de ETA.
Perdida la lealtad a los principios, este PSOE disipó aceleradamente el honor y la dignidad, sin que los militantes hostiles a esta línea, como González o Guerra, se hayan atrevido a denunciarlo pública y enérgicamente.
Por eso ahora el PSOE puede despreciar al casi millar de asesinados y a varios miles de heridos por el terrorismo etarra apuntalando esos presupuestos del PNV que conceden subvenciones a las familias de los asesinos y a los organismos que los apoyan.
Diagnóstico: este PSOE padece Sarcoma de Kaposi, está llagado con esa mal oportunista que ataca a muchos que, padeciendo SIDA, no lo saben o no quieren saberlo.
¡BUEN AÑO!
Que tengan usted y sus allegados un buen 2006. Y que sean también excelentes 2007, 2008 y los que vengan detrás. Gracias por sus visitas a esta página, y que sigan abriéndola con placer todas las veces que lo deseen usted y los suyos.