El Parlamento autonómico vasco ha decidido crear una Ponencia de Víctimas, pero no se dice de qué actos serán esas víctimas.
Aunque se sabe que dependerá de la Comisión de Derechos Humanos en la que el PNV introdujo, conociéndolo bien, al huido jefe etarra Josu Ternera: el verdugo jefe vigilaba la aplicación de los derechos humanos.
Al principio, la nueva Ponencia se destinaba a proteger a las víctimas del terrorismo etarra. Iba a llamarse Ponencia de Víctimas del Terrorismo. Pero, pensándolo mejor, los diputados del PNV, Eusko Alkartasuna, la Izquierda Unida de Madrazo y Llamazares, y las mujeres comunistas de las tierras vascas, herederas de la rama política de ETA, Batasuna, eliminaron “del Terrorismo” para que se consagre a Víctimas, en general. Quizás de cualquier cosa, como accidentes de tráfico o cardíacos.
Es que, como creen muchos nacionalistas, y si se miran con cariño las cosas, ¿acaso no sufre el asesino matando a alguien que no conoce y que nunca le hizo daño alguno?. Y si lo detienen y va a la cárcel, ¿puede ser feliz su familia de hooligans al ver que es incapaz de seguir exterminando seres humanos, cual es su vocación?.
Inicialmente, PSOE, PP y el Comisionado español para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, protestaron por la desaparición de un sustantivo como terrorismo, fundamental para la Ponencia parlamentaria vasca.
Pero Juan Mari Atutxa contestó con su retintín amistoso, peripuesto y marisabidilla que “no podemos entrar en esos detallitos, en esas cosillas insignificantes de cómo titulas tal y cual cosa”.
Y el PSOE aceptó eliminar el detallito de aludir al terrorismo, lo que indica que su abnegada entrega al nacionalismo y su confianza en la voluntad pacifista de ETA es mucho más profunda que la que nadie podía imaginar.
Sí, quien lo hace es este PSOE que desprecia y pisotea su historia y la de las víctimas del terrorismo, pero que se proclama heredero de Pablo Iglesias y de Julián Zugazagoitia, el héroe socialista vasco fusilado por Franco.