Tunku Varadarajan, el jefe de reportajes del The Wall Street Journal, es un hindú residente en Londres que, tras analizar la reacción de los británicos frente a los atentados islamistas, anuncia que ese pueblo nunca se atemorizará o ablandará.
Varadarajan escribe para rechazar con cierto desdén una declaración de Al-Qaeda que afirma jactanciosamente en una página web que los atentados de Londres están asustando, "haciendo arder de miedo", a los británicos.
Como un antiguo caballero que ve el honor de su dama mancillado, advierte que es imposible quemar o chamuscar a los británicos, demasiado estoicos, fríos y valientes para acobardarse.
Aunque el estoico debe ser el propio periodista al alabar la bravura británica viniendo él de una civilización que rehuye el combate, la sangre y que respeta a todos los seres vivos.
Solo teóricamente, claro, porque en la India se defienden los intereses propios de manera cruel y sanguinaria, aunque no quieran verlo los occidentales buscadores de espiritualidad mística en Benarés.
Lo interesante del análisis del periodista hindú es su mirada de antiguo colonizado sobre los viejos amos, y la comprobación de que el orgullo y el coraje británicos son tan reales hoy como en aquellos antiguos días de la India conquistada.
Varadarajan invita a que se observe a los londinenses tras los ataques terroristas: flemáticos, desapasionados y arrogantes, pero meditando muy pausadamente sus futuros actos de respuesta.
Sintiéndose él mismo un británico más, sugiere que los londinenses no sufrirán histeria colectiva inducida por algunos políticos, ni se acosarán entre ellos mismos ni a sus autoridades mientras se hunden en su tragedia, ni "capitularán malamente, como hicieron los españoles".
Y advierte que los londinenses saben ser supervivientes y mirar con orgullo y coraje al enemigo, retándole: “¡Cómo se atreve conmigo!. ¡Soy británico!”.