El PSOE está viviendo una equívoca relación con el islam, y no solo porque ZP diga que es una religión democrática o porque un dirigente asturiano supuesto espía favorezca a un terrorista islamista, o por aparecer entre sus afiliados otro terrorista.
Esa es la punta del iceberg: lo importantes es la creciente incorporación de musulmanes al partido, algunos de los cuales ya reclaman la “devolución” de Al Andalus al islam.
Todavía bajo el franquismo los socialistas históricos eran entusiastas del laborismo israelí, hermano en la II Internacional. Pero cuando en 1972 Rodolfo Llopis perdió el liderazgo de la corriente principal del partido y lo obtuvo Felipe González, su doctrina fue haciéndose lentamente proárabe y especialmente proislámica.
Luego, fue renunciando a exigencias elementales, como la universalidad de los derechos humanos, y aceptó eventuales diferencias entre los sexos, aunque solo para sus adeptos mahometanos. Ahora, en algunas agrupaciones se discute la conveniencia de aceptar la poligamia como un derecho social progresista.
En el actual PSOE militan mujeres veladas, sometidas a doctrinas religiosas que, para el socialismo como ideología, son más reaccionarias y detestables que cualquier otro opio del pueblo: algunas están discretamente cercanas a altos representantes del partido.
La creciente inmigración norteafricana se codicia como vivero de militantes y votos. Y rompiendo con la propia historia, no se imbuye a esos grupos de ideología socialista, sino que se adapta la ideología a su ortodoxia menos evolucionada, o más retrógrada, según la cual toda conducta o acción deben semeterse a Alá. Islam significa sumisión.
Las Casas del Pueblo, nacidas para difundir el racionalismo y el progresismo, aceptan las esencias de esta religión medieval preilustrada, mientras pretenden imponer el laicismo a los demás: oportunismo postsocialista que ha traicionado al socialismo secular.
Para observar el cambio pueden verse webs como la http://www.islamyal-andalus.org/ y similares, con artículos de militantes socialistas musulmanes, mostrando su deseo de que el islam reconquiste España.