Señor Ibarretxe:
La aprobación de su plan en el Eusko Legebiltzarra indica que usted no se ha estudiado la Constitución, base de su poder como presidente del País Vasco español.
Muy castizo esto de infringir las leyes alegando que no se conocen. Si estuviera usted en edad escolar tendrían que obligarle a copiar cien veces los artículos 8 y 155 de esa Constitución, a la que le debe lealtad.
Y si no le gusta su espíritu, cámbielo. Pero siguiendo los trámites que su texto establece. ¡Bien que lo respetó usted para alcanzar el poder!.
Así que, si no obedece la Ley de leyes tendrán que castigarle severamente, señor Ibarretxe, y eso es poco agradable para todos.
Los del PP habían elaborado una legislación para enviarle a usted a la cárcel. Pero los del PSOE la han derogado, y el nuevo remedio parece bastante peor que el anterior.
Porque ahora viene la artillería: el cuartelero y mitinero ministro de Defensa, José Bono, le ha advertido por segunda vez que según el artículo 8 de la Constitución los ejércitos están para defender la integridad territorial del país.
Naturalmente, en el caso de que Zapatero no se raje, que por su dulce talante podría ser. Aunque los españoles no van a tolerar la balcanización del país.
Sus aventuras secesionistas, tan españolas y acordes con el centenario quijotesco, señor Ibarretxe, pueden provocar que tengan que aplicarle los rigores del artículo 155-1 de la Constitución.
Que dice que si una Comunidad Autónoma no cumpliere sus obligaciones, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, con la mayoría absoluta del Senado, podrá obligar al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones.
Reflexione, señor Ibarretxe, reflexione. Tenga sentido común, buen hombre.